jueves, 17 de febrero de 2011

Etsa y la perseverancia de ser awajún

  Autor: Santiago Pedraglio

La muerte del joven awajún Edinson Etsa Tsajuput, de 24 años, estudiante de Filosofía y Ciencias Políticas de la Universidad Antonio Ruiz de Montoya, no solo entristece a su familia, a su pueblo y, en general, a quienes lo trataron. Trae pesar, además, a todos los que conocían su trayectoria, porque su vida simboliza el esfuerzo de los amazónicos por vivir las ventajas de la modernidad sin perder su identidad.

Reconocerse e identificarse como indígena y estar en disposición de aprender de otras culturas es una opción que se resisten a reconocer quienes piensan que el único camino de la modernización es la uniformidad; es decir, barrer con las “trabas” de la diversidad propia, por ejemplo, de un país como el Perú. Si uno se preguntara –inspirándose en la vida de los peruanos de estos pueblos– cuáles son las instituciones que deben acompañar este complejo proceso de re-conocimiento (esta es la palabra clave) se puede afirmar que son cuatro: la escuela, el mercado, el sistema de administración de justicia y los servicios de salud.

La escuela es el ámbito decisivo de la instrucción oficial. Allí, niños y jóvenes aprenden (o deben hacerlo) a leer, a sistematizar, a entenderse con las matemáticas; y amplían su red de contactos como producto de la relación fuera de la familia. En este ámbito los profesores son decisivos, pero también las orientaciones del estado –incluidos los gobiernos regionales–, si se quiere que los niños aprecien su lengua, su arte, su comunidad. La educación intercultural todavía está en pañales y la voluntad del estado no es clara. Etsa es un ejemplo de cómo sí es posible que estos niños no sean mutilados de sus referentes culturales sino que, por el contrario, se desarrollen apreciándolos y respetando a los que son distintos.

El mercado es otra gran “institución” en la cual la población quiere insertarse en condiciones de igualdad, para obtener un salario justo, un crédito que permita trabajar la tierra o la pequeña empresa, mercados regionales y locales para vender su pequeña y mediana producción. Sin embargo, esta “institución” sigue siendo restringida pues muchos la conciben equivocadamente solo como libertad de inversión, y en especial de grandes inversiones.

El proceso electoral debería servir para plantear en serio medidas que reduzcan la exclusión, subrayando que, además de la escuela y el mercado, urge reformar la administración de justicia: su aplicación no puede seguir dependiendo de los recursos económicos de los potenciales litigantes; y en cuanto al sistema de salud, hay que redoblar los esfuerzos que permitan garantizar una cobertura adecuada a todos los peruanos.

Fuente. Diaro Perú 21

Ver
Muerte de estudiante awajun
http://escritoresamazonicos.blogspot.com/2011/02/el-dia-de-ayer-las-2-de-la-tarde-fue.html

sábado, 12 de febrero de 2011

LOS PUEBLOS AMAZÓNICOS EN TIEMPOS DE LA LLEGADA DE ORELLANA


José Barletti Pascuale

Hace 450 años, el 12 de febrero de 1542, una expedición española dirigido por Francisco de Orellana llegó a la desembocadura del rió Napo en  el Amazonas.  Se trataba del  “descubri-
miento español” del monarca del los ríos. Para los pueblos indígenas, sin embargo el descubrimiento se había llevado a cabo miles de años antes. Cuando llegaron los invasores europeos hacia tiempo que habían pueblos establecidos y existían redes de intercambio a lo largo y ancho de la Amazonía.
En 1942, hace 50 años, se conmemoró el IV centenario de este acontecimiento y con este motivo, en Lima, Raúl Porras Barrenechea impulsó la Expedición Amazónica y en la Revista Mercurio Peruano se publicaron varios artículos sobre el pasado amazónico, así como el Boletín de la Sociedad Geográfica de Lima.

En el hermano país del Ecuador el IV Centenario fue ocasión para llevar a cabo un conjunto de actividades. Entre ellas su Ministerio de Educación publicó, por primera vez enAmérica, la Relación escrita por fray Gaspar de Carvajal, quien fuera capellán de la expedición iniciada en el Qosqo por Gonzalo Pizarro y culminada por Orellana. Años después, en 1958 la Municipalidad de Quito público por segunda vez la Relación. Ambas ediciones contienen importantes estudios introductorios. Sin bien es cierto que ellas ayudan a la mejor compresión del documento histórico también establecen, implícita o explícitamente, la ligazón de los hechos narrados con la reivindicación sobre territorio del Amazonas.

Cabe recordad que la conmemoración del IV Centenarios se llevo a cabo dos semanas después de la firma del Protocolo de Río de Janeiro. Precisamente la reivindicación ecuatoriana tiene como uno de sus soportes la tesis de que la expedición partió de Quito.

Ello daría derecho al actual Ecuador a los territorios amazónicos. Sin embargo la realidad histórica es muy diferente, ya que la expedición a El Dorado partió a Qosqo, como partieron también de allí las “entradas” a Madre de Dios, al Río de la Plata y a Chile.

Gonzalo Pizarro, en su recorrido desde el Qosqo, así como se reabasteció en Quito también lo hizo antes en otros lugares como en Huancayo y así se le fue uniendo gente, aunque es evidente que fue mayor el número de los incorporaron en Quito, dada la cercanía de la tierra de El Dorado y la Canela. Entre ellos estuvo Francisco de Orellana que era el gobernador de Guayaquil, Como es sabido, cuando éste llegó a Quito, ya había partido Gonzalo Pizarro al que dió alcance en Zumaco.

Ecuador no puede, pues, argüir derecho a la Amazonía con el asunto de la expedición. Pero tampoco tiene sentido llevar actuales problemas de demarcación territorial a una realidad política muy diferente, cual era estos tiempos, la que el dominio español en América del Sur tenía unidad y su centro estaba en Lima.

A las dos ediciones ecuatorianas de la Relación de Fray Gaspar de Carvajal se suman dos hechos de España, una en México, otra en los Estados Unidos y una ultima en Colombia.

Hasta la fecha no había ni una sola edición peruana. Ya que es tiempo que esta tarea pendiente se lleve a la práctica y que vaya precedida por un conjunto de estudios que contribuyan a la relectura de esta importante crónica amazónica desde perspectivas distintas:

Geográfica, arqueológica, lingüística, etológica, demográfica e histórica. De esta manera se podría superar científicamente los entrampamientos que se han producido en torno a este documento histórico, primero por las consecuencias que tuvo la llamada "traición" de Orellana y posteriormente a los asunto fronterizos entre Perú y Ecuador. Sólo así la Relación de Carvajal podrá contribuir a la reconstrucción del pasado de los pueblos amazónicos y específicamente de la situación existente al momento de la invasión.

Las invasiones sobre el pasado que se vienen efectuando son un instrumento para los pueblos indígenas que, organizadamente, están tomando en sus manos la construcción de su propio futuro sobre la base de la comprensión científica de su pasado de su presente. Al mismo tiempo estos estudios tienen que estar orientados a que se vayan derrumbando los sólidos muros del racismo que impiden que la población mestiza se dé cuenta de rol que ya están jugando los pueblos indígenas en el desarrollo de la Amazonía y que, por otro lado, no permitan que se produzca la unidad de todos aquellos que tienen interés histórico en forjar una región equilibrio ecológico, de la justicia y de la solidaridad

El presente trabajo busca restar los aportes etnográficos de la Relación de fray Gaspar de Carvajal recogido las interrogantes que la narración sugiere y motivar al lector para el estudio de Arqueología Amazónica. La crónica amazónica todavía no es suficiente valorada y constituye una veta en la reconstrucción del pasado cuando se produce su relectura a la luz de la investigaciones.
Primero trataré sobre la persona de Carvajal y su obra, luegó sobre la expedición y los problemas que ésta plantea a la investigación, para finalmente entrar a ver lo referente a los indígenas amazónicos: el tamaño de los pueblos, su identificación, sus niveles de organización, la producción, las redes de intercambio y finalmente la comunicación verbal con los pueblos “visitados”.



Febrero Iquitos de 1992
A los 450 años del Descubrimiento Español del Río Amazonas
Edición digital:
http://red.pucp.edu.pe/ridei/buscador/files/inter82.PDF

Nota
José Barletti Pascuale es un prestigioso profesor e historiador loretano. Investigador del Instituto de Investigaciones de la Amazonía Peruana-IIAP y promotor del primer frente regional de Iquitos.


domingo, 6 de febrero de 2011

Decretos, licencias, leyes, boteeeellas


Por Rocío Silva Santisteban
Los decretos de urgencia 001 y 002, en la práctica concreta, son un salvoconducto para aquellas personas que se van a beneficiar con megaproyectos como los de Inambari y otros, y que requieren una pista libre de tropiezos antes de julio de este año...,  

El Poder Ejecutivo, no contento con el congelamiento de la Ley de Consulta Previa a los Pueblos Indígenas, publicó –a finales de enero– dos “decretos de urgencia” que permiten evitarles el mal paso del estudio medioambiental a “determinados proyectos de inversión” con la excusa de que estamos ante una economía global imprevisible (¿y no era que, a pesar de todo, el Perú avanzaba?). Se trata de los decretos de urgencia 001 y 002; este último modifica el artículo 2 del primero. Digamos que fueron “tan de urgencia” que no pudieron ni siquiera redactarlos bien o que a última hora se les ocurrió incluir “un extra”. Los treinta y tres proyectos mencionados en ambos decretos van desde el urgentísimo “aeropuerto internacional de Chinchero-Cusco” hasta la línea 1 del tren eléctrico de Lima y Callao que, luego de veintitantos años de dormido, resulta ahora ansiosamente apremiante. El problema es que, en el segundo decreto y con la ampliación de la lista, el proyecto número 30 no está taxativamente señalado sino que en versión sinvergüenzamente genérica se le ha intitulado “energía de nuevas centrales hidroeléctricas”. En buen cristiano:
se puede incluir en este rubro a la Central de Inambari, lo que implicaría una cachetada a los asháninkas y otros pueblos originarios si es que se lleva a cabo sin un certificado de impacto ambiental.
Muchas voces se han levantado en contra, pero ¿serán escuchadas o simplemente ninguneadas ante la ansiedad que al parecer le provoca a este gobierno ver que está llegando su final, y por lo tanto las potenciales leguleyas y retruécanos, para irse dejando la “cena preparada” (y hasta la lonchera del día siguiente)?

Según Juan Carlos Ruiz, abogado del Ideele, estos decretos tienen un vicio de nulidad y, por lo tanto, son inconstitucionales, en la medida que no legislan sobre temas económicos o financieros sino ambientales. La Defensora del Pueblo, Beatriz Merino, es de la misma opinión. Pero no se trata solo de posiciones “ultraverdes” como quisieran señalar algunos. Henry Carhuatocto, consultor legal de DAR, sostiene que estos decretos pueden poner en riesgo el TLC porque el mismo texto prohíbe bajar estándares ambientales. Desde Puno, Roger Cahua Villasante, gerente de Recursos Naturales del Gobierno Regional, se queja:
“No es justo que a los proyectos públicos les pongan una serie de vallas, y si no aprueban no se ejecutan, mientras que los proyectos privados por más grandes que sean y abarquen grandes presupuestos, extensiones de territorio y dañen el medio ambiente son aprobados como si nada”
. Totalmente de acuerdo: si los proyectos públicos deben pasar un SNIP a veces burocráticamente endiablado, ¿por qué se exoneraría de certificados de impacto ambiental a proyectos de 4,847 millones de dólares?

Los decretos de urgencia 001 y 002, en la práctica concreta, son un salvoconducto para aquellas personas que se van a beneficiar con megaproyectos como los de Inambari y otros, y que requieren una pista libre de tropiezos antes de julio de este año, ergo, antes de que pasemos a otro gobierno. Si esto no nos huele a corrupción y miasmas, entonces será que tanta prueba toxicológica nos ha adormecido las fosas nasales.

Fuente: Publicado en Columna Okupa de La República, 06/02/2011